La fase final para poner fin al consumo de tabaco está rápidamente dejando de ser una aspiración y una teoría y se está convirtiendo en un objetivo concreto y alcanzable y, en algunos casos, una política promulgada. Las políticas para poner fin al consumo de tabaco difieren de las medidas tradicionales de control porque están dirigidas explícitamente a poner fin al consumo de tabaco de forma permanente, en lugar de solo minimizarlo. El propósito de este artículo es describir los progresos recientes en la fase final para poner fin al consumo de tabaco, su relación con las políticas existentes de control del tabaco, los desafíos que se enfrentan y cómo la planificación de la fase final se puede adaptar a los diferentes contextos de control del tabaco. Se describen ejemplos de políticas implementadas en tres ciudades de los Estados Unidos y de políticas nacionales en los Países Bajos y Nueva Zelanda, así como los progresos recientes en la planificación de la fase final en Europa. Se abordan las justificaciones para integrar los objetivos de fase final en las políticas de control del tabaco y la necesidad de establecer plazos concretos, incluida la planificación para poner fin a la venta de productos de tabaco. La planificación de la fase final para poner fin al consumo de tabaco debe considerar el contexto de control del tabaco específico según la jurisdicción, así como la prevalencia actual del consumo, las políticas existentes, la aplicación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco y el apoyo público. Sin embargo, el contexto actual no debe determinar si se debe realizar la planificación de la fase final, sino más bien cómo y cuándo pueden desarrollarse los diferentes planteamientos de la fase. Entre los posibles desafíos se encuentran los legales, el controvertido papel de los cigarrillos electrónicos y el intento de la industria tabacalera de incorporarse a la retórica de las políticas libres de humo. Si bien reconocemos las diferentes opiniones con respecto a los cigarrillos electrónicos y otros productos, abogamos por un enfoque restrictivo con respecto al mercado de productos de tabaco. La comunidad que trabaja por el control del tabaco debe capitalizar la creciente evidencia teórica y empírica, la voluntad política y el apoyo público para lograr la fase final para poner fin al consumo de tabaco, y establecer objetivos concretos para acabar finalmente con la epidemia de tabaquismo.
