[Extracto] Al Editor:
A nivel global las patologías cardiometabólicas siempre han sido materia de discusión en salud pública, la aparición de casos nuevos dificulta el control de la enfermedad en la población. La prevalencia de la obesidad entre niños, niñas y adolescentes en comparación con años anteriores muestran un incremento en el 47%, teniendo esto un impacto negativo a corto y largo plazo en todos los ámbitos referentes al bienestar físico, psicológico, social y económico (1).
En Colombia, el exceso de peso en los menores en edad escolar se incrementó del 18,8% en 2010 a 24,4% en 2015, según demuestran los datos de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN) (2), lo que denota la importancia de implementar medidas oportunas en nuestro territorio nacional para disminuir la incidencia de la enfermedad. Dentro de las intervenciones que han venido en auge con respecto a la prevención de la obesidad infantil, se resaltan las intervenciones basadas en la familia, dado que en varios estudios e informes, los padres se ven como punto clave para el manejo de los comportamientos que afectan el consumo y gasto de energía en los niños (dieta, actividad física, uso de medios y sueño) (1), no obstante, las intervenciones se han centrado principalmente en las dos primeras, descuidando los últimos dos predictores.[...]