Guías de práctica clínica de alta calidad como herramienta esencial para atender enfermedades no transmisibles

Culqui-Sánchez

[Extracto] Al editor: 
En los últimos años las enfermedades no transmisibles (ENT) se han establecido como una de las principales amenazas para la salud pública en nuestra región. En 2021, estas enfermedades causaron cerca de 6 millones de fallecimientos en América, un número alarmante y que nos invita a generar estrategias multimodales para prevenirlas (1).
 Su carga podría reducirse significativamente mediante intervenciones costo-efectivas basadas en atención primaria de salud (APS), como cribado temprano, diagnóstico oportuno, tratamiento continuo y seguimiento proactivo. Sin embargo, para lograr un impacto real es imprescindible contar con guías de práctica clínica (GPC) confiables, desarrolladas y evaluadas rigurosamente. 
Estudios recientes han documentado una calidad metodológica deficiente en muchas GPC para ENT. Por ejemplo, un análisis de guías sobre enfermedades crónicas no transmisibles mostró una puntuación promedio de calidad del 57 %, con calificaciones bajas en “aplicabilidad” (< 25 %) y “rigor de desarrollo” (55 %), señalando barreras como la falta de formación, acceso limitado y dificultades en su gestión (2). En Brasil, una revisión sistemática indicó que 16 de 26 guías farmacológicas para ENT fueron calificadas como bajas y ninguna se recomendó sin modificaciones tras la aplicación de AGREE II (Appraisal Of Guidelines For Research & Evaluation II), destacando deficiencias en equipos multidisciplinarios, criterios de búsqueda, transparencia y consideración de preferencias de pacientes. [...]

Idioma del artículo
Español
Carta