Los países de América Latina y el Caribe necesitan aumentar sus recursos públicos en salud para ampliar el acceso equitativo y eficiente a la salud. El aumento debe financiar un modelo específico que ha mostrado evidencia de eficacia, como el de redes integradas de servicios de salud (RISS) basadas en atención primaria de salud. La literatura global no ha prestado suficiente atención al financiamiento a las RISS; más bien se ha focalizado en establecimientos y agentes aislados, así como en mecanismos específicos. Sin embargo, en la Región de las Américas su desarrollo es una necesidad desde hace años. Una RISS es un conjunto de organizaciones de salud que ofrece intervenciones y servicios de salud coordinados a una población bajo su cargo y asume la responsabilidad de salud y económica en el logro de mejores resultados de salud. Un sistema de pago a una RISS debe ir dirigido a promover la integralidad de la atención y a fomentar un enfoque centrado en el ciclo de vida de las personas, la articulación y la coordinación de servicios. El presupuesto poblacional ajustado por riesgos se muestra como un mecanismo posible y potente para apoyar el logro de los objetivos. Su desarrollo requiere reconocer que la forma de financiamiento no responderá por sí sola a los desafíos y que se necesita, a la vez, de la planificación y de la gestión sanitarias. Se requiere abordar los desafíos técnicos, políticos e institucionales para tener éxito en este esfuerzo, que a su vez debe estar inserto en el proceso global de transformación de los sistemas de salud hacia la salud universal.