En respuesta a la epidemia de las enfermedades no transmisibles en el Caribe, los jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM) emitieron en el 2007 la Declaración de Puerto España, “Unidos para detener la epidemia de las enfermedades crónicas no transmisibles”, y propusieron instaurar el segundo sábado de septiembre como el “Día del Bienestar en el Caribe”. Este día es un llamado a la acción para fomentar la participación la población de los Estados Miembros contra las enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo. Este informe examina la génesis, la puesta en marcha y la institucionalización del Día del Bienestar en el Caribe en CARICOM y otros lugares. En el estudio se emplearon métodos cuantitativos y cualitativos, entre ellos 29 encuestas, 7 entrevistas exhaustivas y el análisis del contenido de medios de difusión. Los datos fueron proporcionados por puntos focales para las enfermedades no transmisibles del Ministerio de Salud de 15 países de CARICOM, así como por siete organizaciones no gubernamentales y cuatro organizaciones privadas. Los materiales de imagen institucional fueron bien recibidos y se adaptaron localmente; gran parte del contenido sobre el Día del Bienestar en los medios de difusión provenía de los sitios web de organizaciones y no de las comunidades. Los eventos se centraron generalmente en la actividad física y los exámenes médicos de tamizaje, y asistieron hasta 3 000 personas. Aunque la mayoría se celebraron en el centro de las ciudades, algunas actividades se han realizado con poblaciones rurales e indígenas. El Día del Bienestar en el Caribe se ha convertido en un catalizador para la participación multisectorial y las actividades de promoción de la salud. Inspirada en él, la OPS instituyó la “Semana del Bienestar en las Américas”, que incluye a su vez el Día del Bienestar en el Caribe y difunde sus principios en toda la Región de las Américas. Conforme el Día del Bienestar en el Caribe evolucione aún más, debe pensarse en obtener un financiamiento confiable, adecuado y sostenible; en medir y evaluar sus repercusiones en materia de enfermedades no transmisibles; y en ampliar su alcance para abarcar a quienes viven lejos del centro de las ciudades.