A medida que avanza la pandemia de síndrome respiratorio agudo severo por coronavirus 2 (SARS-CoV-2), los países dependen unos de otros para adquirir conocimientos sobre las medidas eficaces para contener el virus. Las medidas de salud pública dirigidas a suprimir la transmisión han demostrado su eficacia en Singapur, Hong Kong y Taiwán. La aplicación y la adhesión a esas intervenciones representa un desafío, ya que los gobiernos necesitan encontrar un equilibrio entre las estrategias de mitigación y supresión necesarias y la interrupción de las actividades socioeconómicas. Al tiempo que los países grandes y de altos ingresos luchan por mantener sus sistemas de salud y sus economías en funcionamiento, los pequeños estados insulares en desarrollo se enfrentan a retos aún más importantes. Muchas islas del Caribe, incluidas las seis islas del Reino de los Países Bajos, han aplicado medidas de salud pública estrictas de manera rápida, pero se enfrentan a desafíos singulares.
