Durante los últimos 40 años, los países de América Latina y el Caribe han mejorado sus capacidades en cuanto a preparativos, gestión de riesgos y la respuesta del sector de salud, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud. Sin embargo, en la última década se ha visto un cambio en los patrones de enfermedades y eventos naturales en la Región debido a factores como el clima, la migración, y las fuerzas económicas, sociales y políticas. Por ello, es de alta prioridad la adaptación y el reforzamiento de capacidades para lograr una mayor resiliencia del sector salud frente a los eventos adversos. La respuesta exitosa a estos nuevos desafíos requiere un enfoque de gestión de riesgo frente a amenazas múltiples y de distinto tipo, un mayor involucramiento de las autoridades en los niveles de gestión y el más alto nivel de apoyo político por parte de las autoridades nacionales.