La República de Panamá es el segundo país de Centroamérica con la distribución más desigual de la riqueza, ha resultado afectado recientemente por la pandemia de COVID-19 y tiene una de las mayores tasas de pruebas diagnósticas por habitante de la región y, por consiguiente, la mayor tasa de incidencia de COVID-19. Estos aspectos la convierten en un lugar ideal para examinar posibles escenarios de evaluación de la preparación para la epidemia y para plantear oportunidades de investigación en la Región de las Américas. Se abordan dos preguntas importantes y oportunas: ¿Cuáles son los riesgos singulares de la COVID-19 en Panamá que podrían ayudar a otros países de la Región a estar mejor preparados? y ¿Qué tipo de conocimiento científico puede aportar Panamá al estudio regional y mundial de la COVID-19? En este artículo se presentan sugerencias sobre la forma en que la comunidad de investigadores podría apoyar a las autoridades sanitarias locales a planificar medidas ante diferentes escenarios y disminuir la ansiedad de la población. También se presentan oportunidades científicas básicas sobre patógenos pandémicos emergentes para promover la salud mundial desde la perspectiva de un país de ingresos medios.