El cáncer es un importante problema de salud pública: afecta a cerca de 20 millones de personas cada año y es responsable de 1 de cada 6 muertes a nivel mundial. La carga del cáncer está aumentando rápidamente, lo que somete a una gran presión a los sistemas de salud que no pueden prevenir y manejar la enfermedad. El cáncer infantil constituye un importante problema de salud pública y tiene gran relevancia: fue la novena causa de enfermedad infantil a nivel mundial, según los hallazgos del estudio sobre la carga mundial de enfermedad correspondiente al 2017. Casi el 80% de todos los casos de cáncer infantil se registran en países de ingresos bajos o medianos, donde el tratamiento a menudo resulta inasequible o no está disponible. Por este motivo, solo sobreviven entre el 15% y el 45% de estos pacientes pediátricos, frente a más del 80% en los países de ingresos altos. Esto constituye una gran inequidad en materia de salud. En cumplimiento del mandato establecido en la resolución WHA70.12 de la Asamblea Mundial de la Salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) —junto con el hospital pediátrico de investigación St. Jude y otros asociados mundiales— puso en marcha la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en ocasión de la tercera reunión de alto nivel sobre la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles, celebrada en septiembre del 2018. Esta iniciativa tiene como objetivo incrementar la tasa de supervivencia mundial de los pacientes pediátricos con cáncer hasta por lo menos el 60% para el 2030 y, simultáneamente, reducir el sufrimiento de toda la población infantil con cáncer. Transcurridos cinco años de la puesta en marcha de la iniciativa, más de 70 países de las seis regiones de la OMS han logrado avanzar a distintas fases de actuación mediante la aplicación del marco de acción de la iniciativa denominado CureAll. Ha habido muchos enfoques que han dado buenos resultados para la consecución de los pilares y los elementos facilitadores de CureAll y que han demostrado que es posible mejorar la atención de la población infantil con cáncer en los países de ingresos bajos y medianos, siempre que haya una férrea voluntad política, compromisos multisectoriales e inversiones estratégicas.