Los registros de programas basados en evidencia son herramientas esenciales en la ciencia de la prevención, ya que proporcionan evaluaciones estructuradas de la eficacia de las intervenciones para orientar tanto a los responsables de la toma de decisiones políticas como al personal clínico. Si bien los registros ya establecidos, como Blueprints for Healthy Youth Development y Xchange, han permitido catalogar los programas basados en evidencia, en América Latina no se ha dispuesto de un repositorio específico para la Región y adaptado a sus propios desafíos de prevención. Evidencia Viva se elaboró para subsanar esa brecha mediante la evaluación y clasificación sistemática de los programas de prevención del consumo de sustancias implementados y evaluados en América Latina. La iniciativa se basa en modelos establecidos de registros de programas basados en evidencia, y utiliza criterios de inclusión rigurosos y un proceso de revisión multidisciplinar por expertos para evaluar la eficacia de las intervenciones. Los programas se clasifican en cinco niveles, de beneficiosos a potencialmente perjudiciales, para garantizar que los responsables de la toma de decisiones tengan acceso a una información transparente y fiable. Las evaluaciones iniciales del registro incluyen intervenciones de Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México, Perú y Uruguay, y permitieron detectar tanto los programas eficaces como los ineficaces. Es de destacar que programas como Unplugged y Keepin’ It REAL han mostrado efectos positivos, mientras que con otros, como PROERD (la adaptación brasileña de DARE) y #Tamojunto, se han observado efectos limitados o incluso negativos. A pesar de su potencial para fortalecer la prevención basada en evidencia en la Región, Evidencia Viva enfrenta varios desafíos, como el número limitado de programas evaluados de manera rigurosa, las disparidades en la capacidad de investigación entre los países latinoamericanos y la necesidad de un financiamiento sostenido para garantizar la viabilidad a largo plazo. Evidencia Viva contribuye a la accesibilidad y la difusión de intervenciones validadas, y brinda apoyo para la elaboración de políticas fundamentadas y estrategias más eficaces de prevención del consumo de sustancias. Sin embargo, para garantizar su sostenibilidad, será necesario seguir invirtiendo en capacidad de investigación, financiamiento y colaboración regional.