Artículo original en inglés publicado en el American Journal of Public Health: https://doi.org/10.2105/AJPH.2020.305906
[Extracto] La vacunación contra las enfermedades infecciosas ha sido reconocida como uno de los “diez mayores logros de la salud pública” del siglo XX, dado su gran impacto a nivel mundial sobre varias enfermedades, como la poliomielitis, la gripe, la neumonía, el sarampión, la parotiditis, la rubéola, las hepatitis virales, la tos ferina y la infección por el virus del papiloma humano oncógeno (1). Los programas de inmunización han logrado una reducción significativa de los nuevos casos de enfermedad y de la morbilidad y mortalidad asociadas, menores costos de atención de salud y una mejora de la productividad (1). Sin embargo, a pesar de su demostrada efectividad clínica y en cuanto a sus costos, la vacunación aún no ha alcanzado todo su potencial. Las tasas de inmunización en niños y adultos siguen siendo insuficientes, lo que ha llevado al resurgimiento de ciertas enfermedades infecciosas (p. ej., el sarampión).[...]