En este artículo se describe la introducción del programa HEARTS en las Américas de la Organización Panamericana de la Salud en Trinidad y Tabago y las experiencias satisfactorias y los desafíos encontrados con su ejecución y ampliación como estrategia para fortalecer la respuesta del sistema de salud a las enfermedades cardiovasculares. Se reunieron datos sobre la ejecución del programa HEARTS en la Región de las Américas de la Organización Mundial de la Salud con el fin de determinar cuáles han sido los avances, los obstáculos, los factores de éxito y las enseñanzas extraídas. En el año 2019, el Ministerio de Salud inició la ejecución del programa en cinco (4,9%) de los 102 centros de atención primaria de salud, y para fines del 2021, se había ampliado a 46 (45,0%). El programa HEARTS garantiza el manejo integral de la salud cardiovascular de los pacientes mediante la prestación de asesoramiento sobre hábitos saludables, la aplicación de protocolos de tratamiento basados en la evidencia, la garantía de acceso a medicamentos y tecnologías esenciales, así como el uso de un enfoque de trabajo en equipo basado en el riesgo, un sistema de monitoreo y evaluación, y un enfoque basado en el equipo para abordar la prestación de la atención. Entre los obstáculos para su ejecución se encontraron la fragmentación del sistema de atención médica, el papel paternalista asumido por los profesionales de la salud, la resistencia al cambio de algunos trabajadores de salud y la falta de enfoques de trabajo en equipo para la prestación de la atención. La ejecución satisfactoria del programa fue posible gracias a un compromiso político de alto nivel, la creación de un comité nacional de supervisión de HEARTS, la participación de las partes interesadas en todas las fases del programa y la aplicación de enfoques estandarizados para la atención. En su ejecución en el contexto de los entornos de atención primaria de salud existentes, el programa HEARTS proporciona un modelo de atención excepcionalmente bien integrado y exhaustivo que encarna los principios de acceso universal a la atención de salud al tiempo que garantiza la salud individual y poblacional. De este modo, este modelo fomenta un sistema de atención primaria de salud fortalecido y unos servicios receptivos y resilientes.
