En octubre del 2024, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) integró formalmente la atención quirúrgica, y los cuidados intensivos y de urgencias en su agenda de salud. Esto ocurrió después de otros acontecimientos importantes como el respaldo, en junio del 2024, de la Estrategia de la atención quirúrgica y los cuidados intensivos y de urgencias 2025-2030 por el Comité Ejecutivo de la OPS. Esta estrategia se basa en la resolución WHA68.15 de la Asamblea Mundial de la Salud, aprobada en el 2015, en la que se reconoce que la atención quirúrgica es esencial para la cobertura universal de salud, y en la resolución WHA76.2 del 2023, en la que se insta a estandarizar la preparación y la respuesta ante emergencias. En América Latina hay 365 millones de personas sin acceso a servicios quirúrgicos esenciales, por lo que la necesidad de un plan de acción regional es urgente. Ecuador, el primer país de América Latina en elaborar un plan nacional de servicios de atención quirúrgica, obstétrica y de anestesia, destacó la necesidad de una atención quirúrgica integrada para hacer frente a las desigualdades de salud en la Región. Aunque la integración formal de este tema en la OPS es encomiable, su éxito dependerá del compromiso político sostenido, del compromiso financiero y del seguimiento sólido. En este artículo se describen los fundamentos de esta estrategia, los mecanismos necesarios para una aplicación satisfactoria, y el papel de la OPS y sus Estados Miembros en el fortalecimiento de los sistemas de atención quirúrgica como prioridad de salud pública. Esta iniciativa se centra en los grupos vulnerables y en aprovechar la colaboración, de manera de que esta iniciativa pueda reducir las inequidades en materia de salud en la Región de las Américas, y reforzar la cobertura universal de salud y el acceso a una atención quirúrgica segura, oportuna y asequible.