A fines del 2015, un aumento del número de lactantes nacidos con microcefalia en comunidades pobres del nordeste de Brasil dio lugar a una investigación en la cual se determinó que la causa era la infección prenatal por el virus del Zika. Actualmente, este virus circula en 69 países y ha afectado embarazos en 29 países. Los funcionarios de salud pública, los responsables de las políticas y los organismos internacionales están considerando intervenciones para abordar las consecuencias para la salud de la epidemia de la infección por el virus del Zika. Hasta la fecha, las respuestas de salud pública se han centrado en la erradicación de mosquitos vectores, los servicios de salud sexual y reproductiva, el conocimiento y la tecnología (como las pruebas de diagnóstico y el desarrollo de vacunas), y la preparación del sistema de salud. En este artículo resumimos las respuestas que tuvieron lugar hasta la fecha y aplicamos principios de derechos humanos y otros conexos, como la no discriminación, la participación, el contexto jurídico y de políticas, y la rendición de cuentas para detectar las deficiencias y ofrecer sugerencias de respuestas más equitativas, eficaces y sostenibles.