La economía comportamental es un campo de conocimientos y prácticas que estudia el efecto de los factores psicológicos, cognoscitivos, emocionales y sociales sobre la toma de decisiones de las personas y las instituciones. Esa disciplina parte de la premisa de que las formas de elección humana no son el resultado de una cuidadosa ponderación de los costos y beneficios, y de que algunos aspectos (por ejemplo, la opción predeterminada, el efecto de enmarcación y el efecto de anclaje) pueden influir en la toma de decisiones por parte de las personas. Por ende, el objetivo de este texto es presentar los aspectos generales de la economía comportamental y algunas reflexiones sobre su posible aplicación en la promoción de patrones de comportamiento saludable. Una de las funciones de los profesionales de salud es facilitar la adopción de patrones de comportamiento saludable por parte de la población. En esa perspectiva, se ha comprobado que la aplicación de los conceptos de la economía comportamental puede tener un efecto positivo en la adopción de diversos patrones de comportamiento en materia de salud, por ejemplo, la selección de alimentos, la práctica de la actividad física, la adhesión a campañas de vacunación y la donación de órganos. De ese modo, se cree que la apropiación de algunos conceptos y percepciones de la economía comportamental permite, por un lado, promover los patrones de comportamiento saludable y, por otro, apoyar medidas más eficaces para incentivar esos tipos de comportamiento.